Santiago Chile, 19 de octubre 2011

Zoila Bustamante, presidenta de la Conapach “Aun nos queda un largo camino por recorrer”

Esta dirigente gremial fue ratificada recientemente en el cargo de presidenta de la Conapach, puesto que la mayoría de sus miembros está de acuerdo con la conducción que ha tenido la directiva en las negociaciones de cara a la futura ley de pesca.

Los últimos meses no han sido fáciles para Zoila Bustamante. Esta pescadora bentónica de Estaquilla (Región de Los Lagos), que desde el 2007 ocupa el cargo de presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), ha realizado un arduo trabajo junto a otros seis  dirigentes de la Confederación, representando a sus bases en la Mesa de Pesca convocada por el Ministerio de Economía, donde se llegó a un acuerdo histórico en el fraccionamiento de las cuotas de captura entre artesanales e industriales. Sin embargo, no todos ven con buenos ojos el documento firmado, lo que le ha traído a esta dirigente más de un dolor de cabeza.  

De hecho, un grupo menor, formado por quienes están a favor de una eventual licitación de las cuotas pesqueras –a lo que la Conapach se opone tajantemente– intentó el pasado sábado 15 de octubre removerla del cargo, pidiendo una reestructuración del directorio del gremio. Lo cierto es que estas acciones no tuvieron resultado, ya que Zoila Bustamante recibió el firme apoyo de cientos de pescadores que viajaron desde varias regiones del país hasta Valparaíso (Región de Valparaíso) para impedir su salida y reafirmar su apoyo a las gestiones realizadas por la actual directiva de la organización. 

Hoy, esta líder gremial está concentrada en seguir trabajando para representar lo mejor posible a los hombres de mar en la discusión de la futura ley de pesca que tendrá lugar en el Congreso y deja claro que no se dejará amedrentar, reiterando que jamás va a apoyar algo “que vaya en contra de la pesca artesanal”. 

¿Cómo califica estos cuatro años como presidenta de la Conapach? ¿Cuáles han sido las principales dificultades y logros de su gestión?

Estoy en el cargo desde el 2007, cuando comencé mi primer periodo. Luego, el 2010, hubo elecciones en un congreso pleno y volví a ser elegida por amplia mayoría. De hecho, nunca antes un dirigente había tenido tantos votos, y menos aún una mujer. La única presidenta que ha tenido la organización he sido yo, y este es un logro de muchas mujeres que participan en labores gremiales a nivel nacional y que me apoyaron en las dos elecciones. 

Los primeros años fueron difíciles, ya que tuve que dejar la caleta (Estaquilla) donde he vivido siempre y donde aprendí a trabajar en el mar gracias a mi padre. Además, hubo compañeros que no aceptaban de muy buena forma que una mujer esté liderando el gremio. Pero con el apoyo de mi familia pude salir adelante y lograr una buena gestión. Ahora, el segundo período creo que ha sido más duro que el anterior, ya que nos ha tocado tratar temas más profundos. 

Respecto del trabajo que hemos hecho, puedo comentar que hemos puesto indicaciones en varias leyes, incluso en la que modificó algunos aspectos de la acuicultura. Ese fue un gran logro, ya que ahora podemos opinar cuando se abre un centro de cultivo, cuidando que no se vaya a perjudicar algún caladero o banco natural. También trabajamos en la ley bentónica y conseguimos que se rebajen o condonen las patentes a los pescadores sobreendeudados, especialmente los algueros. Asimismo, logramos que las áreas de manejo se puedan destinar en un 40% a la acuicultura, siendo que antes era un 20%.

De igual forma, trabajamos en la ley del Registro Pesquero Artesanal, que antes era una sola, pero que ahora se dividió en tres. Incorporamos muchas cosas positivas, como que se proteja a las viudas de los pescadores para que no pierdan sus derechos y que se reincorporen embarcaciones que con la ley de arrendamiento del 2008 quedaron fuera. Además, trabajamos en la ley del aleteo del tiburón, la ley para enfrentar el terremoto, la de ecosistemas marinos vulnerables  y estamos viendo la ley de descarte que está en el Congreso.

Mirando a futuro, nuestra prioridad es la Ley de Límites Máximos de Captura por Armador que vence el 2012. Se está trabajando duro en este tema. Se hicieron mesas macrozonales y nosotros representamos a los pescadores en la Mesa de Pesca que finalizó en septiembre pasado, trasmitiendo allí lo que se decidió en regiones. 

¿Qué le parece el mecanismo que utilizo el Gobierno para impulsar un acuerdo entre artesanales e industriales con el fin de evitar una licitación de las cuotas de captura?

El Gobierno trató de liberarse de un trabajo que tenía que hacer él, pero no eso no significó que los pescadores artesanales no tuviéramos la capacidad para responder a ello. El ministro siempre fue claro y dijo que, si no se llegaba a acuerdo, habría licitación. Pero esta presión se transformó en una oportunidad para que conversemos con la industria y los artesanales podamos luchar por lo que creíamos factible. Se abrió una ventana para un diálogo abierto, ya que para nadie fue un secreto que los artesanales estaban negociando con los industriales. Esta vez no se discutió entre cuatro paredes, como sucedió con la ley del 2001, sino que participó la gran mayoría de los pescadores que trabajan en las pesquerías. Eso no se había visto antes. 

¿Qué opina de los resultados que tuvo finalmente la Mesa de Pesca? ¿Quedaron conformes?

La pesca artesanal tuvo un gran logro y creo que fuimos los grandes ganadores en el fraccionamiento de las cuotas, porque tuvimos aumentos en todas las pesquerías. En sardina y anchoveta se pasó de cuotas de un 70% y un 56%, respectivamente, a un 78% en ambas especies, con lo que nos transformamos en la principal flota pelágica del norte chico y de la macrozona centro sur.  En el jurel, en tanto, se pasó de una cuota de un 5% a un 10%. Asimismo, en la merluza austral se logró pasar del 50% de la cuota actual, a un 60%; y en el congrio, donde se tenía una cuota de un 18%, ahora se pasó a un 50%, siendo el aumento más significativo, proporcionalmente hablando. 

Hay que considerar también que no se discutió solo del fraccionamiento, sino que se hablaron de otros asuntos, como  la sustentabilidad, la exclusividad de los caladeros de la pesca artesanal, los problemas de la merluza común, el cierre de las 5 millas y muchos otros tópicos que van de la mano con las cuotas y que debatiremos en el Congreso. 

Los incrementos en las cuotas significarán ingresos por $4.000 millones anuales para la flota demersal austral, considerando la merluza austral y el congrio dorado, y $20.000 millones anuales para la flota pelágica. En la pesquería de la merluza común, a su vez, el aumento significará $1.000 millones anuales. 

¿En qué está ahora el trabajo respecto de la futura ley de pesca?

Estamos esperando que el Ejecutivo presente el proyecto al Congreso, donde los parlamentarios tendrán que hacer su trabajo junto con nosotros. Lo que queremos es que los artesanales salgan lo mejor parados posible de esta ley y que no nos pase lo que ocurrió el 2001. Para eso, estamos trabajando y dándole la oportunidad a nuestras bases para que sean ellas las que opinen. Aun nos queda un largo camino por recorrer y estaremos realmente conformes cuando tengamos una ley que haya contado con la participación de todos los miembros del sector. 

La Conapach mantuvo por mucho tiempo reserva en cuanto a su postura frente a una posible licitación. Sin embargo, una vez concluida la Mesa de Pesca, dio a conocer su oposición a este mecanismo de asignación. ¿A qué se debe esta decisión?

En uno de los últimos consejos de la confederación se votó por unanimidad en contra de la licitación, al menos esa fue la opinión de todos quienes participaron en dicho encuentro. Nos oponemos porque lo que queremos es más pescado para nuestra gente. No se trata solamente de conseguir más cuota en lo inmediato, sino que de asegurarnos de que tengamos trabajo en el tiempo. Por eso, también nos preocupamos de la sustentabilidad y otros puntos importantes. La licitación, en cambio, no nos asegura eso y nuestra gente sentía que no tendríamos más pescado.

Pero no debemos dejar de hacer presente que tanto los límites máximos de captura, como la licitación, son modelos de cuotas individuales transferibles que generan los mismos problemas de descarte, sobreporte y presión por cuotas globales altas, por lo que la nueva ley debe regular estos temas de manera seria y eficiente.

Disidentes

Últimamente, sin embargo, se ha podido ver que dentro de la Conapach hay quienes defienden la licitación. De hecho, a causa de aquello, recientemente, en una reunión en Valparaíso un grupo trató de removerla del cargo. ¿Qué le parece esta situación?

Ese grupo está formado, mayoritariamente, por personas que antes también fueron dirigentes de la confederación, pero parece que se olvidaron de aquello, como Cosme Caracciolo y Humberto Mella. También hay algunos del sector bentónico, que son ericeros y algueros, y otros que ahora no recuerdo. Y por cierto que está Nelson Estrada, actual secretario general de la Conapach, y que fue quien citó a la reunión del sábado 15 de octubre en que intentaron sacarme del cargo.  

Lo único que puedo decir es que fue una pena ver el espectáculo que ellos montaron. Destruyeron la organización que alguna vez los acogió cuando ellos fueron dirigentes, siendo que esta casa es patrimonio de los pescadores artesanales del país. Ellos trajeron gente que vino preparada para destruir, de modo que nosotros tuvimos que pedirle a nuestra gente que llegó a apoyarnos, que se fuera, porque no queríamos un enfrentamiento entre pescadores. 

Lo que más nos dolió fue ver que quienes alguna vez también gobernaron esta institución, intentaran destruirla. Algunos fueron nuestros maestros, creímos en ellos y ahora, con sorpresa, vemos que están a favor de un mecanismo que puede ser perjudicial para la pesca artesanal. 

 Además, muchas de las personas que llevaron a la reunión, principalmente de la Región del Maule, fueron engañadas. Les dijeron que iban a pelear por más pescado, siendo que acá no es donde eso se decide. Además, no conocían el acuerdo de la merluza común, donde se sube la cuota a los artesanales y se acuerda el cierre total de las cinco millas en la macrozona. Ellos llegaron ese día a Valparaíso a demandar y exigir lo que  ya habíamos conseguido en la Mesa de Pesca. Nuestra gente, en cambio, sabía que iba a apoyar al directorio de la Conapach, porque sus dirigentes de base les habían explicado los contenidos de los acuerdos.

 Lo cierto es que fue un día horrible para los pescadores artesanales, ya que se apedreó a la gente y nosotros quedamos con cuatro lesionados. Además, yo no soy de la idea que los pescadores deban enfrentarse entre sí. Creo que tienen que enfrentarse con los que les hacen mal. 

 ¿Qué sintió al ver el respaldo que le entregaron sus bases en aquella reunión del 15 de octubre?

Me parece que nuestra gente cree en nosotros. Los que llegaron a Valparaíso, que fueron más de 50 organizaciones –tenemos las firmas– estaban decididos a apoyarnos y eso, para los dirigentes que queremos que se mantenga esta confederación, es un orgullo.

Pesca al Día  / publicado 19/10/2011